Los espacios reflejan la necesidad de
guarecerse de los cambios climáticos y tener una mejor calidad de vida que en el exterior. La
Arquitectura sin Arquitectos, también conocida como Vernácula reflejaba un claro diálogo entre
la edificación y su entorno. Aprovechaba al máximo los recursos naturales para elevar el nivel
de confort, y a la vez, reflejaba las características intrínsecas a cada cultura.
La arquitectura vernácula era y es la respuesta básica y lógica de adaptación a un entorno
determinado. El mirar hacia atrás nos permite encontrar elementos de diseño y constructivos y
nos da la posibilidad de reinterpretar y potencializar en una arquitectura contemporánea.